Quiero hablar de mis abuelos, ¿por qué?, por que el blog es mío. Por qué no corrijo la ortografía? por lo mismo
Mi abuela era flaca de contarle los huesos. de las que tenía el puño de hierro y te mataba con la mirada. Siéntate recta niña, no se canta en la mesa, qué es eso de andar sin garbo?. Pero dulce, como no puede haber dos como ella. Y la casa limpia que podías comer en el suelo.
Y mi abuelo?, ese no quedaba nunca con nadie. De taberna en taberna y de montaña a monte, de dejarme tranquilo que yo a mis cosas, y vosotros a las vuestras.
Con el cigarro todo el día tirando la ceniza por el suelo, con lo mirada que era mi abuela todo el día con la escoba.
- abuelo, porqué tiras siempre la ceniza al suelo?, ¿Cómo es que a tí nunca te riñe la abuela si la tiras?
- tú mira bien, fíjate dónde no la tiro nunca.
Detente un punto, pensamiento inquieto
Detente un punto, pensamiento inquieto;
la victoria te espera,
el amor y la gloria te sonríen
[...]
Rosalía de Castro
la victoria te espera,
el amor y la gloria te sonríen
[...]
Rosalía de Castro
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