A tí, que me dijiste hace quince años tu nombre,
Te debo en easo una entrada,
seguro,
que te la voy a deber siempre.
Yo desayunaba en el Iluro. Iba, sólo algunas veces. Pero, diría yo, que iba bastante. Conocía a la clientela, me sabía de los camareros los nombres.
Y le dije, a la que vende los cupones, y ese, quien es ese? Nunca me has preguntado porqué me falta una mano, y me preguntas por el mendigo ese?, no sé, ahí está para preguntarle.
Vente, te invitamos a almorzar, pero no te pases mucho pidiendo. Si acaso, come, y el café ya veremos.
Nos iba explicando su vida, y me perdí reconozco, a los diez minutos o antes, no recuerdo siquiera, el apodo que dijo. ........así solían llamarme.
Me dió verguenza decirte, lo siento, que ni te estaba escuchando.
Dijo que se marchaba, se había acordado de algo.
Srtas., la cuenta ya está pagada. Ha pagado el mendigo. También la de mañana.
Y eso, después de quince años, a una distancia de unos cuarenta kilómetros, "como me suena esa cara. seguro la he visto en algún sitio".
- Buenos días, te arreglas con un euro?,
- Buenos días, yo de ti si me acuerdo.
- Y cómo te van ahora las cosas?-
- Como a tí, seguimos los dos en el mismo mundo.
- Pues me alegro muchísimo de verte,
- Como yo, ya nos vamos viendo.
I.
Te debo en easo una entrada,
seguro,
que te la voy a deber siempre.
Yo desayunaba en el Iluro. Iba, sólo algunas veces. Pero, diría yo, que iba bastante. Conocía a la clientela, me sabía de los camareros los nombres.
Y le dije, a la que vende los cupones, y ese, quien es ese? Nunca me has preguntado porqué me falta una mano, y me preguntas por el mendigo ese?, no sé, ahí está para preguntarle.
Vente, te invitamos a almorzar, pero no te pases mucho pidiendo. Si acaso, come, y el café ya veremos.
Nos iba explicando su vida, y me perdí reconozco, a los diez minutos o antes, no recuerdo siquiera, el apodo que dijo. ........así solían llamarme.
Me dió verguenza decirte, lo siento, que ni te estaba escuchando.
Dijo que se marchaba, se había acordado de algo.
Srtas., la cuenta ya está pagada. Ha pagado el mendigo. También la de mañana.
Y eso, después de quince años, a una distancia de unos cuarenta kilómetros, "como me suena esa cara. seguro la he visto en algún sitio".
- Buenos días, te arreglas con un euro?,
- Buenos días, yo de ti si me acuerdo.
- Y cómo te van ahora las cosas?-
- Como a tí, seguimos los dos en el mismo mundo.
- Pues me alegro muchísimo de verte,
- Como yo, ya nos vamos viendo.
I.