Los ojos de Gros

De tus ojos linda
sacaría el color la arena
dónde ríen los surfistas
y pintan artistas
sentados en el paseo.

De tu mirada
la fuerza para la ola perfecta
la mágica que esperan,
la que quisieran para decir:
¡que gran tarde ésta!
que grande la Zurriola!.

De tu alma,
de ésa nos llevamos algunos,
diminutas partículas.
Los pintores una playa con muchacha al fondo
Los surfistas, los ojos de Gros gravados,
los niños, ¡mira amá, ése como aguanta!.
Yo, ya sabes que me llevo siempre mucho.
Algunas letras que te robo
cuando me dices "querida",
hablando de todo un poco.



Para A.S
Zorionak!
Canción: Arriba los corazones, Antonio Flores

"y arriba los corazones
palpitan en las cornisas
y andan a tropicones
casi muertos de risa

me voy con mi sombra
al bar de la esquina
un nudo en la garganta primo
me hace cosquillas
la dolorosa pagando
con la propina
la penúltima sonrisa
pa mis sobrinos"

Hablando desde atrás, la rasgada cortina

La rasgada cortina es la del escritor que nunca enseña nada de lo que escribe. El escritor que se cansa de que le lean los diarios privados, y no miren la primera página del periódico.
Para los diarios, registran cajones y vacían armarios para encontrarlos.
Lo que se escribe en una vieja libreta, está encima de una cómoda, en primer plano, y no lo mira nadie.
Se habla desde atrás. Aun siendo juez y parte, con disco de sabina, no pasa uno como mucho, de ser puramente testigo.
El resto vendría a ser el tratado de impaciencia del número infinito.
Y yo, ya sabes, que soy letras, quieran las letras o no, porque de sudokus paso.

Y estas palabras son casi tuyas, porque éstas son tus palabras:
" las cosas tienen, la importancia que uno les quiera dar".

No tengo nada más que añadir,
me declaro culpable.

De canción: Aquel disco que espero que todavía tengas. Aunque no viene al caso. Pero Scorpions es un gran grupo.
Cualquiera de las baladas de Scorpions

Extremadura la bella, y nos da lo mismo

No ser "el capi de la calle", a mí me da lo mismo.
Ni encontrar esos barcos hundidos hace años para quedarnos el tesoro.
Nos da  lo mismo, que siempre ganen los otros. Y ver encima que ni siquiera juegan limpio.
Nos da  lo mismo, su reino con niebla de felicidad, envuelto en bruma de tristeza. A mí me gusta calle melancolía, con los platos con bordes rotos, y encima contados ¿Para qué íbamos a querer jardines de "dosmilmetros" y vajilla de plata?.
Lo más lejos a vuestro lado.
¿Para qué iba yo a querer, sillas de anticuario? Si las cambio por la siesta y al trueque añado un cuadro.
Si nosotros lo tenemos todo ...
Tenemos el norte, bella entre bellas, Easo.
La bella Extremadura, nuestra, porque están los nuestros.
Nos tenemos a nosotros.
I.

... Y me gustó mucho el final ese: "aun derrotado, hay que saber joder al enemigo". Porque, lo que más suele joder es que a uno le dé lo mismo.

A mi familia

En la escala de Mosh, la única

De escalas, quien soy yo para hablar. La esmeralda, con romance de Beethoven mal escrito, la boca me duele de decir... es la piedra que se quedó en semi, no por falta de brillos, que es la más preciosa, sino por su fragilidad. Cuiden las tallas. No hay encofrador (ni para el caso engarzador), ni tallista, que no lo sepa. Y hasta el más torpe de los alumnos del taller, sabe que le subieron la nota por bella.
Y andan los zafiros, en infinita variedad de colores, ciegos ante tantas formas de tallaje. Llegarían a Fantasy perfectos si cambiaran la lupa por golpe de vista. A veces el ojo, miope de lejos, se vuelve experto en "jardines" de cerca.
Mientras me dure el temblor de las manos, no os dejo de escribir. Aunque mil veces me digas: "me pierdo con tus escritos". Os Regalaría la mina, pero no la tengo. Y tampoco os serviría.
La escala es fácil de aprender. Un tal Mosh.
Bonitos los topacios, pero hay todo un océano por delante de ellos. Y con cada golpe de vista, hay iridiscencia.