reconozco
que hasta la última
de las esporas
tiene derecho
a su tiempo escondido
No tengo interés
en conocer a la curiosidad
soy como tú,
de pocas amistades
No puedo llevarte la contraria
cuando dices
que los asuntos propios son propios
no yo,
que no soy dueña
- ni siquiera del suelo que piso -
pero tu suelo es el mio,
y tus botas
sólo prestadas